Hola a Tod@s: Como algunos saben estoy metido de lleno en el diseño de las cartillas, que con gran placer realizo para Nin-Do Málaga.
Aunque los interiores están terminados, todavía falta concretar un poco las cubiertas (proceso que en diseño gráfico lleva su tiempo...) ; pero como ya me han enviado el logotipo del Club, iré subiendo Bocetos para que comentéis con el Maestro Cipriano a ver cual gusta mas.
También subo el modelo que hice de prueba para imprimir el librillo que lleve a la exhibición (participa fuera de concurso...).
Hola a Tod@s: Aqui les dejo algunas de las fotos de la exhibición de anoche en la Universidad para InterTeleco. Estubo genial y asistierion muchísimas personas que se interesaron por la escuela Nin-Do Málaga y por ésta página que un servidor se encargo de promocionar.
Haciendo click en las imagenes se pueden ver en tamaño grande
Hola a Tod@s: Una vez mas, gracias a mi primer maestro Omar, les traigo un nuevo ciclo de posts muy interesantes englobados en el término "Diccionario de Aikido"
Espero que les guste y les sea de gran utilidad como lo son para mi.
Hola a Tod@s: Como bien contábamos ayer con el Maestro Cipriano, aquí les dejo la historia de el emperador Antoku y los cangrejos Heike. Extraído de esa gran serie de CarlSagan, "Cosmos".
También pongo al final la secuencia de dicha serie en donde se explica el hecho histórico:
En el año 1185 el emperador del Japón era un niño de siete años llamado Antoku. Era el jefe nominal de un clan de samurais llamados los Heike, que estaban empeñados en una guerra larga y sangrienta con otro clan de samurais, los Genji. Cada clan afirmaba poseer derechos ancestrales superiores al trono imperial. El encuentro naval decisivo, con el emperador a bordo, ocurrió en Darmoura en el mar Interior del Japón el 24 de abril de 1185. Los Heike fueron superados en número y en táctica. Muchos murieron a manos del enemigo. Los supervivientes se lanzaron en gran número al mar y se ahogaron. La Dama Ni, abuela del emperador, decidió que ni ella ni Antoku tenían que caer en manos del enemigo. La Historia de los Heike cuenta lo que sucedió después:
El emperador había cumplido aquel año los siete de edad, pero parecía mucho mayor. Era tan hermoso que parecía emitir un resplandor brillante y su pelo negro y largo le colgaba suelto sobre la espalda. Con una mirada de sorpresa y de ansiedad en su rostro preguntó a la Dama Ni:
- ¿Dónde vas a llevarme? -
Ella miró al joven soberano mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas y lo consoló, atando su largo pelo en su vestido de color de paloma. Cegado por las lágrimas el niño soberano juntó sus bellas manitas. Se puso primero cara al Este para despedirse del dios de Ise y luego de cara al Oeste para repetir el Nembutsu [una oración al Buda Amida]. La Dama Ni lo agarró fuertemente en sus brazos y mientras decía en las profundidades del océano está nuestro capitolio, se hundió finalmente con él debajo de las olas.
Toda la flota Heike quedó destruida. Sólo sobrevivieron cuarenta y tres mujeres. Estas damas de honor de la corte imperial fueron obligadas a vender flores y otros favores a los pescadores cercanos al escenario de la batalla. Los Heike desaparecieron casi totalmente de la historia. Pero un grupo formado por la chusma de antiguas damas de honor y su descendencia entre los pescadores fundó un festival para conmemorar la batalla. Se celebra hasta hoy el 24 de abril de cada año.
Los pescadores descendientes de los Heike visten de cáñamo con tocado negro y desfilan hasta el santuario de Akama que contiene el mausoleo del emperador ahogado. Allí asisten a una representación de los acontecimientos que siguieron a la batalla de Darmoura. Durante siglos la gente imagino que podía distinguir ejércitos fantasmales de samurais esforzándose vanamente en achicar el mar para lavarlo de sangre y eliminar su humillación.
Los pescadores dicen que los samuraisHeike se pasean todavía por los fondos del mar Interior, en forma de cangrejos. Se pueden encontrar en este mar cangrejos con curiosas señales en sus dorsos, formas e indentaciones que se parecen asombrosamente al rostro de un samurai. Cuando se pesca un cangrejo de éstos no se come sino que se le devuelve al mar para conmemorar los tristes acontecimientos de Darmoura.